Todavía no saben que preparar esta noche para cenar? yo les sugiero esta receta que no deberíais dejar de probar. Que cosa mas rica! es una quiché de puerro y calabacín. Si sois de los que me siguen ya saben de mi debilidad por las quiché, son mis favoritas. Ahora que llega el fin de semana y si sois de los afortunados que pueden estar en casa aprovechar para prepararla y luego me cuentan si llevo razón o no. Os deseo un buen fin de semana, disfrutar lo que podáis y sobre todo ser felices!
Ingredientes
1 masa quebrada
3 calabacines medianos
2 puerros grandes
50 gr de queso gruyer rallado
1 huevo
1 yema
60 ml de nata para montar
2 cdas de aceite de oliva
Sal gruesa y pimienta recién molida
Aceite de oliva para pincelar
Preparación
Precalentamos el horno a 190º. En una tartera previamente enharinada, o bien sobre el papel dehornear ajustamos la masa quebrada, nivelamos los bordes, pinchamos toda la base con un tenedor. Cubrimos la base con un papel de horno y lo llenamos con legumbres secas, para que no se nos suba. Horneamos durante 15 minutos, retiramos y dejamos enfriar sobre una rejilla.
Con una mandolina cortamos uno de los calabacines en rodajas longitudinales muy finas. Las colocamos en una sola capa sobre una bandeja de horno y espolvoreamos ligeramente con sal. Dejamos que escurran durante 30 minutos.
Lavamos y cortamos los calabacines restantes en dados de unos 7 mm aproximadamente. Hacemos lo mismo con el puerro. Ponemos a calentar el aceite de oliva en una sartén grande a fuego medio-alto. Añadimos el calabacín y el puerro y sazonamos con sal y pimienta. Cocinamos hasta que estén doraditos, pero firmes, entre 8 y 10 minutos. Dejamos enfriar un poco.
Extendemos las verduras formando una capa uniforme sobre la base de la masa y repartimos el queso por encima.
Batimos en un cuenco el huevo, la yema, la nata y salpimentamos. Vertemos la mezcla sobre el queso y las verduras.
Y ya por último colocamos las rodajas en papel de cocina, presionamos suavemente para extraer todo el líquido posible. Cubrimos toda la superficie con las rodajas, alternando estas para tejer un dibujo de celosía. Recortamos o doblamos los extremos para darle forma. Con un pincel, untamos la celosía con aceite de oliva.
Horneamos durante 25-30 minutos, hasta que la crema cuaje, si vemos que comienza a dorarse el calabacín cubrimos con papel de aluminio para que no se nos queme. Retiramos y dejamos enfriar sobre rejilla antes de servir.
Bon appétit!
