Que bonitas y vistosas quedaron las tartaletas, y de sabor con semejante combinación ya os podéis imaginar. Es que todo lo que lleve dulce de leche es irresistible para mi como buena Argentina que soy. Me crié de chiquitita con él, mis abuelos tenía un gran almacén y recuerdo que lo vendían al peso, venía envasado en grandes tarros de cartón y cuando ya quedaba poco me los daba para que me los llevara a casa, recuerdo que con mi amiga de la infancia Patricia nos sentábamos en el porche de mi casa cada una con su cuchara y nos poníamos a rebañar hasta dejar aquel tarro impoluto. Maravillosos recuerdos de mi infancia que no voy a olvidar!
Ingredientes
2 yemas de huevo
150 g de mantequilla a temperatura ambiente
90 g de azúcar glas
210 g de harina
30 g de cacao
1/2 cucharadita de sal
Para el relleno
300 g de dulce de leche
1 o 2 cucharadas de Baileys
Para la cobertura
100 g de chocolate negro (70%)
125 ml de nata para montar
Pistachos
Escamas de sal
Preparación
Precalentamos el horno a 175 º.
Mezclamos la harina, el cacao y la sal en un bol. Batimos la mantequilla con el azúcar en otro bol, hasta obtener una crema. Agregamos una a una las yemas y batimos un poco más. Incorporamos la mezcla de los ingredientes secos tamizándola y mezclamos bien hasta obtener una masa homogénea.
Extendemos la masa en los moldes de tartaletas, pinchamos la base con un tenedor. Ponemos en el congelador 10 minutos y luego horneamos durante 20 minutos. Retiramos y dejamos enfriar.
Mezclamos el dulce de leche con la crema de Baileys y rellenamos las tataletas.
Picamos bien el chocolate y colocamos en un bol refractario. Calentamos la nata en un cazo sin que llegue a hervir y vertemos sobre el chocolate. Dejamos reposar 30 segundos y removemos hasta que el chocolate se haya fundido y obtengamos una crema brillante. Dejamos enfriar un poco a temperatura ambiente y luego vertemos sobre la capa de dulce de leche. Dejamos de 30 a 60 minutos más a temperatura ambiente para que se termine de solidificar.
Troceamos lo pistachos y repartimos por encima de las tartaletas. Espolvoreamos con unas escamas de sal.