La quiche es una gran salvación en esos días que no hay mucho tiempo para dedicarle a la cocina, en poco tiempo tendremos resuelto el menú ya que son fáciles y rápidas de hacer, además con los rollos de masa quebrada que conseguimos ya en el super, más rápido aún. Aunque yo aconsejo que si podeís hacer la masa casera mejor. Esta vez tenía unas bolsas de espinacas y me he decidido por esta receta, espero que os guste.
Ingredientes
1 rollo de mas quebrada
2 paquetes de espinacas (200 gr)
200 gr de bacon ahumado
1 diente de ajo
4 huevos
100 ml de nata líquida
150 ml de leche
1 rulo de queso de cabra pequeño
100 gr de queso rallado Emmental
sal y pimienta
Preparación
Cocemos las espinacas al vapor y reservamos. Precalentamos el horno a 180º. En un molde redondo de tartas, previamente engrasado o podemos dejar el papel sulfurado que trae en el fondo, extendemos la masa y pinchamos todo el fondo varias veces con un tenedor para que no se infle, cubrimos con un papel de horno y le ponemos encima garbanzos. Horneamos durante 10 minutos, pasado ese tiempo, sacamos del horno y dejamos enfriar. A continuación colocamos encima de la masa rodajas de queso de cabra hasta cubrir todo el fondo. En una sartén freímos el bacon sin aceite hasta que tome un color dorado, lo volcamos sobre un papel absorbente para retirar el exceso de grasa, luego lo echamos en el molde sobre las rodajas de queso.
Preparamos ahora el relleno, primero salteamos las espinacas con un diente de ajo en una sartén con una pizca de aceite y reservamos. En un bol batimos los huevos, la leche y la nata, una vez que este todo bien mezclado, le agregamos las espinacas, una pizca de sal y pimienta a gusto y le añadimos el queso rallado que le ayudará a cuajar y le dará un sabor suave y cremoso. Vertemos todo en el molde cubriendo el queso y el bacon. Horneamos unos 35-40 min a 180 grados , comprobamos que el relleno está cuajado pinchando con la punta de un cuchillo y éste salga limpio. Y ahora sí, lista para comer!