Estos suspiros de acelga son de las recetas de la cocina de mamá, en casa le llamábamos bocadillos o croquetas de acelga, son riquísimos, en casa no duraban nada, apenas se terminaban de freír y no le dábamos tiempo de llegar a la mesa. Yo añoro mucho la cocina de mi madre, por suerte siempre sentí bastante curiosidad y aprendí a preparar muchas recetas de las que ella nos hacía de pequeños, desde la pasta casera, hecha a mano, hasta los dulces y mermeladas caseras.Esta receta tiene alguna variante con la de mi mamá, ella le echa leche en lugar de cerveza, también cebolla picadita y en vez de comino, le pone nuez moscada.
Ingredientes:
1/2 paquete (manojo) de acelgas
1 diente de ajo
150 gr. de harina
sal, pimienta de molinillo y comino
2 huevos
100 c. de cerveza
3 cucharadas de queso gruyére o similar rallado
aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Picamos la acelga y salteamos en 2 cucharadas de aceite con 1 diente de ajo picado a crema, retiramos del fuego.
A parte mezclamos la harina con la sal, pimienta y comino, las 2 yemas batidas con la cerveza y las 3 cucharadas de queso.
Añadimos la acelga salteada y las claras batidas a nieve con una cucharadita de azúcar, unir a la preparación revolviendo en forma suave y envolvente.
Calentamos aceite en una sartén, tomamos porciones con una cuchara y dejamos caer sobre el aceite, ayudándonos de otra cuchara para que las porciones resulten con forma redondita. Las freímos hasta que estén doradas de ambos lados.
Escurrimos sobre papel de cocina. Y listo. Bon appetit!